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Espeleokayak: navegando bajo tierra
Espeleokayak: navegando bajo tierra por el río subterráneo más largo de Europa
Hoy hemos redescubierto Les Coves de Sant Josep, en Castellón, ya conocíamos este maravilloso lugar, pero es una experiencia totalmente diferente si haces espeleokayak. No solo nos pareció una actividad totalmente distinta, sino que vivimos una nueva dimensión del recorrido subterráneo que da forma a estas cuevas. Es una vivencia única que no me cansaré de recomendar.
Los guías de Viunatura, Nando y Marc, fueron increíblemente amables desde el primer momento, nos ayudaron con la selección de los diferentes materiales técnicos, que no son pocos: casco, neopreno, chaleco, etc. Y tras una breve pero concisa explicación sobre cómo se debe usar la pala al remar, nos embarcaron en el kayak para adentrarnos en el río subterráneo navegable más largo de Europa.
En todas y cada una de las paradas que hicimos, iban interpretando las diferentes formaciones que había. Es increíble como cada espeleotema sorprende tanto con su singular figura, como en la propia manera de formarse. Además de todos los apuntes geológicos, también nos contaron múltiples datos y anécdotas sobre la larga y extensa historia de Les Coves de Sant Josep.
Hay que destacar la forma de expresarse de los guías, muy lejos de parecer la típica explicación que repiten mil veces, casi a modo de grabación; ellos explicaron todo de manera muy clara, entendible y buscando siempre nuestra participación. ¡Todo el recorrido se nos ha hecho muy ameno, contando con mucha confianza en todo momento, como si nos conociéramos de siempre!
En cuanto a la experiencia con el kayak, es importante la autonomía que te da poder desplazarte por este tesoro espeleológico. Las dimensiones del kayak permiten explorar recovecos del río que son impensables para la típica barca que usan los visitantes “convencionales”. Este hecho, junto con el sonido de la pala saliendo del agua y rompiendo de forma intermitente el silencio de la cueva, consiguió que por momentos notara como se me erizaba la piel, algo que no me había pasado nunca visitando esta misma cueva.
Para finalizar esta fantástica actividad, la del espeleokayac, nos reservaron una sorpresa muy especial, que no voy a desvelar para que no deje de sorprender. Pero sí que puedo decir que a ninguno nos dejó indiferente, sin ninguna duda fue la guinda que cerraba una experiencia para recordar toda la vida. No descarto repetir esta misma actividad en el futuro, incluso se la voy a proponer a mis compañeros de trabajo. Y por supuesto, recomendaría hacerlo con empresas certificadas que cumplan con todas las medidas de seguridad, se nota mucho la profesionalidad. Además, esta empresa en concreto tiene un sinfín de actividades súper interesantes.