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Nieve, Penyagolosa y su hermano pequeño: El Marianet

Un día cualquiera, amanece con lluvia y algo de frío. Tengo la suerte de que desde el lugar donde me estoy quedando en Atzeneta del Maestrat puedo ver perfectamente el Penyagolosa, pero hoy no se ve y me emociona el simple hecho de pensar que haya nevado. Así que decido iniciar una aventura para descubrirlo.

Como no conozco mucho el lugar, he decidido ir con un experto de la zona para que me muestre a través de sus ojos esta montaña del macizo que lleva su nombre. Marc Collado y su empresa de turismo activo, Persenda, son perfectos conocedores de las montañas que coronan las cimas de Castellón, y no hay forma más segura de adentrarse en estos parajes que hacerlo de la mano de profesionales.

Nos desplazamos en vehículo y, después de aparcar, comienza la ruta. Al principio vemos poca nieve, pero a medida que empieza la subida la cosa cambia (y mucho), ya que a partir de los 1.500 metros hay zonas donde la acumulación de nieve supera los 50 centímetros. Estamos solos con la naturaleza, no para de nevar y no veo nada, pero Marc se sabe el camino de memoria.

En su opinión, no importa todas las veces que subas, la sensación de paz y libertad sigue siendo la misma que la del primer día. Cuando estamos a pocos metros de la cima, noto el cansancio y la nieve virgen, abriendo huella. Avanzando sin prisa, pero sin pausa, llegamos a la cima, localizada a unos 1.813 metros de altitud y donde sentimos el viento frío, muy frío (había en torno a -6º), era pura montaña, pura vida, pura felicidad.

Ha sido una oportunidad perfecta para vivir una experiencia única. Tras esta primera subida más improvisada, he decidido volver. En concreto, esta empresa organiza durante todo el año subidas nocturnas al Penyagolosa, una aventura emocionante. La actividad guiada, recorre el Santuario de Sant Joan de Penyagolosa y la microrreserva del Barranco de la Pegunta hasta alcanzar la cima más emblemática.

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Desde lo más alto del Penyagolosa, es posible disfrutar de un paisaje único enmarcado por la luna y las estrellas, me resulta difícil de describir con palabras. Normalmente la ruta comienza a las 20:00h desde Sant Joan de Penyagolosa y dura 4 horas aproximadamente (es un recorrido de unos 10 kilómetros). 

Con esta experiencia nocturna descubrimos al hermano pequeño del Penyagolosa, el Marinet, ubicado a 1.466 metros desde la preciosa población de Xodos, donde empezamos la ruta que recorre el GR33, sendero de la luna llena. No olvides descubrir la «historia del bou d’or» contemplando las vistas, son espectaculares. Para vivir la experiencia nocturna, únicamente necesitas calzado y ropa adecuada, mochila, agua y un frontal para iluminar el camino.

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El recorrido consta de unos 12 kilómetros, son unas 4 horas aproximadamente. La población de Xodos es una visita obligatoria para cualquier amante de las montañas, en la mancomunidad de Penyagolosa, al igual que Vistabella, Benafigos y Atzeneta del Maestrat forman parte de la historia viva de este territorio único.

Por último, lo que me parece más importante incluso de hacer estas rutas de forma guiada, es el hecho de contratar empresas certificadas que tengan todo en regla, como puede ser el seguro de responsabilidad civil, por ello recomiendo recurrir a empresas acreditadas, como las que pertenecen a asociaciones como CV ACTIVA.